Este universo brillante y alado, que en múltiples ocasiones nos da la sensación de estar soñando al ver seres capaces de realizar lo irrealizable, está construído en sus orígenes con sencillez, esmero y artesanía. A través de los relatos biográficos de ocho mujeres provenientes de distintos circos, pudimos descubrir el revés de sus vestuarios, el viaje en carreta de pueblo en pueblo, la carpa hecha de sacos de harina, las lámparas de carburo iluminando el espectáculo bajo un parrón, los espectadores sentados en cajones azucareros, y las jóvenes trapecistas ensayando colgadas de los naranjos. Esta sección da cuenta de la dimensión artística de la Mujer de circo. La galería de fotos combina imágenes provenientes de los álbumes familiares de las entrevistadas, con registros de grandes artistas internacionales hallados en libros y páginas de internet. Se presenta el artículo “El show debe continuar”, el cual se detiene en la dimensión material del circo tradicional, y sus diferencias con otras artes de la representación. Finalmente en la pieza audiovisual el relato de las propias voces habla por sí mismo conjugando todo lo que implica lanzarse «a los leones». Esperamos estas reflexiones inspiren a otras artistas a compartir sus historias, de manera de seguir alimentando la memoria del circo tradicional.